Volver al contenido

Puntos clave

  • A pesar de los retos a corto plazo de tipo macroeconómicos, de presupuestos informáticos y de renovación de contratos a los que se enfrentan muchos proveedores de software, las perspectivas seculares del sector siguen siendo positivas, ya que las empresas continúan invirtiendo en la transformación digital.
  • Aunque el surgimiento de la IA generativa ha suscitado debate e incertidumbre, creemos que los inversores a largo plazo deberían centrarse en la propuesta de valor fundamental del software al impulsar la eficiencia y la innovación empresarial.
  • Las recientes perspectivas de las principales empresas de software como servicio (SaaS) y software basado en la nube destacan la resiliencia del sector y el potencial de crecimiento y creación de valor continuos.

Dar sentido a la industria del software

La industria del software vive actualmente un período de transición, en el que muchos proveedores se enfrentan a retos a corto plazo relacionados con los obstáculos macroeconómicos, la evolución de la demanda de los clientes y la rápida aparición de nuevas tecnologías, como la IA generativa. Aunque estos factores han contribuido a la volatilidad del mercado, creemos que es importante que los inversores a largo plazo mantengan la perspectiva y se centren en la propuesta de valor fundamental del software para impulsar la transformación empresarial.

El debilitamiento de la economía, tanto si resulta ser un aterrizaje suave de crecimiento lento como si empeora hasta convertirse en una recesión, ha traído consigo prudencia en el gasto de los clientes empresariales (grandes empresas) y aún más entre las pequeñas y medianas empresas (pymes). Esto ha lastrado las valoraciones del software comparado con el S&P 500 Index (cuadro 1). Los proveedores de software que prestan servicio al mercado de las pymes, que se comportaron de forma relativamente débil en 2023, siguen registrando una desaceleración de las tasas de expansión neta de los contratos con clientes. Sigue sin estar claro si la demanda empresarial ha tocado fondo y, en muchos casos, esto se está retrasando hasta la segunda mitad de este año o después.

Gráfico 1: Valoraciones relativas del software cerca de mínimos recientes

Fuente: Bloomberg. A 5 de agosto de 2024. * iShares Expanded Tech-Software Sector ETF. Los índices no están gestionados y no se puede invertir directamente en ellos. No incluyen comisiones, costes ni gastos de suscripción. La rentabilidad histórica no es un indicador ni una garantía de resultados futuros. La desviación típica mide el grado en el que la rentabilidad del índice varía con respecto a la media de sus rentabilidades anteriores. El valor de la empresa (VE) se refiere al valor total de una empresa tras tener en cuenta tanto a los titulares de deuda como de capital. * Ebita se refiere, por sus siglas en inglés, a los beneficios antes de intereses, impuestos y amortizaciones.  La ratio VE/EBIT es la relación entre el valor de empresa (VE) y los beneficios antes de intereses e impuestos (EBIT).

Las pymes son un sector más cíclico que el empresarial, y el software suele ser una compra más discrecional. El endurecimiento de las condiciones de crédito debido a una prolongación de los tipos de interés altos afecta especialmente a las empresas más pequeñas. Los clientes también han dado marcha atrás después del exceso de consumo durante el período de teletrabajo por la covid-19, mientras que el menor crecimiento del empleo en general ha perjudicado a los proveedores de software en la nube. Para esta cohorte, prevemos que las difíciles condiciones macroeconómicas harán que el rebote se produzca probablemente en el cuarto trimestre del año o en 2025. Ascender en el mercado hacia clientes más grandes requiere centrarse en el producto, contratar vendedores y contar con el liderazgo adecuado. Consideramos que el segmento de las pymes es muy idiosincrásico y nos centraríamos en las empresas que ofrezcan la mejor ejecución.

Los modelos de negocio empresariales envían señales contradictorias

En el ámbito del software empresarial, la IA ha distraído a los principales responsables de la toma de decisiones y ha provocado un desvío de la atención y de las asignaciones presupuestarias a tecnologías de la información. Estas tendencias han divergido dependiendo del modelo de negocio de cada proveedor de software, ya sean proveedores de software como servicio (SaaS) basados en el asiento o proveedores de software en la nube basados en el consumo. Los contratos de SaaS se basan en usuarios individuales vinculados a una licencia con ingresos reconocidos de forma proporcional a los términos del contrato. Los contratos de SaaS para empresas suelen tener una duración de tres años y los proveedores han experimentado una reducción de los ingresos al renovar los contratos, debido a un menor número de usuarios en comparación con hace unos años. Este es un factor más importante en la rentabilidad del precio de las acciones de lo que creemos que el mercado aprecia actualmente. Aunque los proveedores de SaaS están realizando ventas cruzadas de más servicios a sus clientes, estas no han compensado del todo las significativas reducciones de asientos.

A finales del primer trimestre de este año se cerraron varios acuerdos, entre ellos varios de gran envergadura para los proveedores de SaaS más grandes. Esto se produjo tras un cuarto trimestre de 2023 más fuerte que llevó a algunos analistas del sector a extrapolar esa tendencia a 2024. El entusiasmo por los beneficios de la IA generativa y la presión para seguir el ritmo de los competidores ha llevado a las empresas a volver a priorizar los presupuestos informáticos, lo que ha provocado una pausa en el gasto en software que se ha manifestado en la dispersión de la rentabilidad dentro del sector de la tecnología informática (cuadro 2).

Gráfico 2: El software, a la zaga de los semiconductores en el atracón del gasto en IA

Fuente: FactSet. A 30 de junio de 2024. Los índices no están gestionados y no se puede invertir directamente en ellos. No incluyen comisiones, costes ni gastos de suscripción. La rentabilidad histórica no es un indicador ni una garantía de resultados futuros.

Las empresas basadas en el consumo, como los proveedores de servicios en la nube, incluyen una serie de proveedores innovadores de software de bases de datos y análisis de datos. Los modelos de consumo reconocen los ingresos en función de la cantidad de recursos en la nube consumidos, normalmente a plazos. Durante la caída de la demanda tras la covid-19, los proveedores de servicios en la nube permitieron a los clientes ajustar los contratos a la baja en consecuencia y, por tanto, ya han soportado gran parte de los daños ligados a la ralentización de los esfuerzos macroeconómicos y de optimización.

Consideramos que el consumo basado en la nube es un mejor barómetro de la solidez de la industria del software, ya que ofrece indicadores de actividad en tiempo real. Por tanto, los sólidos resultados recientes de los proveedores de la nube nos llevan a creer que los fundamentos subyacentes en toda la industria han sido mejores de lo que indican los recientes resultados del SaaS. Las ofertas de IA acaban de desplegarse para esta cohorte, lo que está provocando una aceleración de las nuevas reservas, una tendencia positiva en última instancia para el consumo futuro. Al mismo tiempo, para complicar las cosas, la mayoría de los proveedores de la nube han ofrecido previsiones conservadoras a futuro, tras de verse perjudicados durante los 18 meses anteriores por las rebajas en los contratos.

Tanto para los proveedores de SaaS como para los de software en la nube, la creciente prominencia de la IA llega en un momento en el que la expansión de los contratos de software se está ralentizando para reflejar un crecimiento del uso más gradual y normalizado tras el atracón de gasto inducido por la covid-19. Creemos que se trata de factores transitorios que probablemente no desintermediarán a los proveedores de SaaS. De hecho, muchas de las recientes decepciones en los beneficios se han debido a los plazos o al cierre de acuerdos, en lugar de a la pérdida de negocio. Dicho esto, la mayoría de los proveedores de SaaS siguen sin estar seguros del momento en que se producirá un repunte y podrían sufrir nuevos recortes en sus previsiones antes de estabilizarse.

Para los proveedores de SaaS, tras la aceleración del gasto de la época de la pandemia, consideramos que las reducciones de plantilla en las renovaciones de contratos de tres años son otro obstáculo para los proveedores empresariales que ha sido infravalorado por los inversores. Las plantillas de clientes no han crecido al ritmo previsto de entre un mínimo y un máximo de una década, según los modelos de los fabricantes de software. Los primeros grandes contratos de la oleada de digitalización se firmaron tras el inicio de la covid-19 y cuando las condiciones financieras eran bastante más flexibles que en la actualidad.

En el caso de los proveedores empresariales, se ha producido un desplazamiento adicional y una pausa en el gasto debido a las medidas adoptadas por dos grandes proveedores de software en particular. Un proveedor de programas de análisis de sistemas (SAP) de Alemania está poniendo fin gradualmente a la vida útil de las versiones anteriores de su software, lo que conlleva actualizaciones obligatorias a las últimas versiones de su software que pasan de un modelo de licencia perpetua y mantenimiento a una cuota de suscripción recurrente mucho más alta (a menudo de 2 a 3 veces el modelo de mantenimiento). Otro proveedor está haciendo algo similar, y con bastante poca antelación, para la base instalada de su negocio de software de gestión de nubes y centros de datos, recientemente adquirido, induciendo un cambio de los contratos de suscripción perpetua a los de SaaS, que también conllevan una subida significativa. Ambos proveedores representan artículos de gran valor y, en nuestra opinión, es probable que estén teniendo cierto efecto de «desplazamiento» provisional en el mercado.

Mantener la fe en la transformación a largo plazo

En su esencia, la industria del software se basa en la premisa de utilizar la tecnología para resolver problemas empresariales complejos, automatizar procesos e impulsar la innovación. A pesar de los retos actuales, esta propuesta de valor fundamental no ha variado y empresas de todos los sectores continúan invirtiendo en iniciativas de transformación digital para seguir siendo competitivas en un mundo cada vez más automatizado e impulsado por los datos.

Aunque todavía se encuentra en las primeras fases de prueba y despliegue de casos de uso, la inteligencia artificial generativa está a la vanguardia de la transformación empresarial. La propia adopción de la IA basada en software se enfrenta a algunos obstáculos interesantes, pero está preparada para ver una adopción continuada, aunque a un ritmo inicial más lento de lo que se esperaba en un principio. Con la primera mitad del año a nuestras espaldas, esperamos que se produzca la típica estacionalidad en los resultados del software tras la última ronda de rebajas de estimaciones mayores de lo esperado, lo que ha llevado al software a un mínimo de dos décadas frente a los semiconductores. La situación actual recuerda mucho a las ventas masivas del software de principios de 2016, tras las que siguieron fuertes ganancias posteriores. Puede que lleve algún tiempo, pero si nos atenemos a la historia, el mayor valor de la IA se creará a nivel del software.

Aunque la actual transición del software puede ser dolorosa para algunos proveedores a corto plazo, es importante que los inversores a largo plazo mantengan la fe en el poder transformador del software y en las continuas oportunidades de crecimiento y creación de valor en el sector. Al centrarse en empresas con una sólida oferta de productos, posiciones diferenciadas en el mercado y una capacidad demostrada para ejecutar sus estrategias de crecimiento, los inversores pueden posicionarse para beneficiarse de las tendencias a largo plazo que mueven la industria. Al fin y al cabo, la industria del software sigue siendo un facilitador crítico de la transformación empresarial y la innovación, y las empresas que puedan sortear los retos actuales y salir fortalecidas del otro lado estarán bien posicionadas para crear un valor significativo para sus accionistas en los próximos años.



INFORMACIÓN LEGAL IMPORTANTE

Estos materiales reflejan el análisis y las opiniones de los autores en las fechas de publicación indicadas, y pueden diferir de las opiniones de otros gestores de carteras, equipos de inversión o plataformas de Franklin Templeton Investments. Su finalidad es satisfacer el interés general únicamente, por lo que no deberá interpretarse como un asesoramiento de inversión individual ni como una recomendación o invitación para comprar, vender o mantener valor alguno o adoptar cualquier estrategia de inversión. Tampoco constituye asesoramiento jurídico ni tributario.

Los enlaces pueden llevarle a páginas web o medios de terceros directamente o a través de nuevas ventanas del navegador. Le instamos a examinar las políticas de privacidad, seguridad, condiciones de uso y otras aplicables de cada página que visite. Las páginas web, software y materiales de terceros las utiliza usted bajo su propia responsabilidad. Franklin Templeton Investments (FTI) no controla ni asume, avala o acepta responsabilidad por el contenido, herramientas, productos o servicios (incluido cualquier software, enlaces, publicidad, opiniones o comentarios) disponibles en sitios web o software de terceros o a través de ellos.

Los comentarios, las opiniones y los análisis recogidos aquí son las opiniones personales expresadas por el gestor de inversiones y su finalidad es meramente informativa y de interés general, por lo que no deberá interpretarse como un asesoramiento de inversión individual ni como una recomendación o invitación para comprar, vender o mantener valor alguno o adoptar cualquier estrategia de inversión. Tampoco constituye asesoramiento jurídico o tributario. La información facilitada en este material se suministra a la fecha de su publicación y puede cambiar sin aviso previo y no es un análisis completo de cada hecho material en relación con cualquier país, mercado regional o inversión. El uso de la información contenida en cualquier publicación de este sitio queda a la entera discreción del lector.

CFA® y Chartered Financial Analyst® son marcas comerciales propiedad de CFA Institute.