COLABORADORES

John Kohli
Gestor de carteras
Franklin Equity Group
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Documento de síntesis:
- La informática basada en inteligencia artificial (IA) y su gran demanda de energía han llevado al sector eléctrico y de suministros públicos a reevaluar sus propias previsiones de demanda de electricidad y recursos necesarios para satisfacer el futuro crecimiento económico.
- El sector eléctrico y de suministros públicos ha ido alcanzando sus propios objetivos de transición energética durante la última década principalmente de forma simple, pero la continuación de esta estrategia no se ajusta a las necesidades de la actual ola de crecimiento tecnológico.
- La próxima etapa de la transición energética incluirá tecnologías que quizá aún no sean reconocibles, pero que están respaldados iniciativas legislativas federales y estatales.
- El sector eléctrico no debe sacrificar los objetivos de reducción de emisiones de carbono para satisfacer las expectativas de crecimiento que resultan de las necesidades informáticas de la IA.
- Estamos convencidos de que el sector eléctrico y de suministros públicos logrará superar los retos actuales.
Los avances tecnológicos exigen la próxima etapa de la transición energética
El sector eléctrico y de suministros públicos estadounidense lleva más de una década centrándose en el tema de la «transición energética». Este tema se ha caracterizado por un cambio en favor de un mayor uso de recursos energéticos renovables, como la energía solar y eólica, y una menor dependencia de formas de energía tradicionales, como el carbón y la energía nuclear. Sin embargo, el reciente y rápido crecimiento de las previsiones de demanda de electricidad —debido a la adopción generalizada de los avances tecnológicos de la IA y a los requisitos energéticos necesarios para soportar este nivel informático— están poniendo en cuestión el deseo del sector eléctrico de dejar de depender de los combustibles intensivos en carbono. Mientras el sector tecnológico se prepara para una nueva era de supercomputación, como la ambiciosa máquina «Stargate» de 100 000 millones de dólares de Microsoft, el sector energético se halla en una encrucijada. Si llega a hacerse realidad, la máquina Stargate podría requerir por sí sola la asombrosa cantidad de cinco gigavatios (GW) de energía,1 lo que, para nosotros, pone en evidencia un desafío crítico que va mucho más allá del ámbito de la capacidad de fabricación y las innovaciones algorítmicas: la gigantesca demanda de energía.
Descargue el documento completo para conocer más sobre la demanda de energía, si el carbón y la energía nuclear pueden satisfacerla, la acuciante necesidad de innovación energética y la búsqueda de las soluciones adecuadas.
Notas al final:
- Fuente: «Microsoft & OpenAI consider $100bn, 5GW ‘Stargate’ AI data center». Data Center Dynamics. 29 de marzo de 2024.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital.
Los valores de renta variable están sujetos a variaciones en los precios y a una posible pérdida del capital.
Las estrategias de inversión que incluyen la identificación de oportunidades de inversión temática y su rentabilidad pueden verse afectadas de manera negativa si el gestor de inversiones no identifica correctamente dichas oportunidades o si el tema se desarrolla de forma inesperada. Las empresas de suministros públicos tradicionalmente han sido sensibles a los cambios en los tipos de interés. Cuando los tipos de interés bajan, los precios de las empresas de servicios públicos tienden a subir; cuando los tipos de interés suben, los precios suelen bajar. Centrar las inversiones en sectores relacionados con las tecnologías de la información y la tecnología conlleva riesgos mucho mayores de que se produzcan acontecimientos adversos y fluctuaciones de precios en estos sectores que una estrategia que invierte en una mayor variedad de sectores.
Las empresas y/o casos prácticos a los que se hace referencia en este documento se utilizan únicamente con fines ilustrativos; cualquier inversión puede o no estar actualmente en manos de cualquier cartera asesorada por Franklin Templeton. La información proporcionada no es una recomendación ni un asesoramiento de inversión individual para ningún valor, estrategia o producto de inversión en particular y no es una indicación de la intención de negociación de ninguna cartera administrada por Franklin Templeton.
Las estrategias medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) de los gestores de inversión pueden limitar los tipos y el número de inversiones disponibles y, por lo tanto, puede que renuncien a oportunidades favorables del mercado o que su rentabilidad sea menor que la de aquellas que no están sujetas a estos criterios. No hay garantías de que la orientación ESG de la estrategia vaya a tener éxito o vaya a ofrecer un resultado superior.
Franklin Templeton y nuestros gestores de inversión especializados tienen determinadas metas o capacidades ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza); sin embargo, no todas las estrategias se gestionan con objetivos orientados a ESG.
