COLABORADORES
Robert O. Abad
La carrera presidencial en EE. UU. aún está en su fase inicial, pero las conversaciones sobre la posibilidad de otra guerra comercial mundial están cobrando fuerza. Donald Trump, el presunto candidato republicano, ha sido cada vez más explícito sobre sus intenciones de adoptar medidas comerciales agresivas si consigue la victoria en noviembre de 2024. Aún está por determinarse si se trata de meras proclamas de campaña o de una postura política firme. Sin embargo, la posibilidad de otra intensa disputa comercial entre EE. UU. y China está empezando a inquietar a ciertos inversionistas mundiales, y es fácil ver por qué.
Durante su apogeo en 2018-2019, la guerra comercial entre EE. UU. y China tuvo un impacto sustancial en el producto interior bruto (PIB) trimestral de China, reduciéndolo hasta en un 0.8 % (Gráfica 1). Aunque el efecto comercial neto favoreció a EE. UU. frente a China, el conflicto perturbó los mercados financieros de ambos países y contribuyó a la incertidumbre política, lo que a su vez frenó la generación de ingresos y el gasto de las empresas.1 Otra guerra comercial en esta coyuntura del ciclo macroeconómico mundial, especialmente una que afecte significativamente a las perspectivas de crecimiento de China, podría reavivar el temor a una recesión mundial y, coincidentemente, suscitar inquietud por las posibles consecuencias inflacionistas de un aumento de los aranceles.
Gráfica 1: ¿Qué pasaría si hubiera otra guerra comercial con China?

Fuente: The Economist, Goldman Sachs, y Oxford Economics. Datos del 20 de febrero de 2024. No hay seguridad de que cualquier pronóstico, proyección o estimación se realice.
¿Qué política comercial tiene Trump en mente para su segundo mandato y cuál es la principal preocupación asociada a ella?
Según un artículo publicado recientemente en el Washington Post,2 Trump y sus asesores están contemplando una triple estrategia arancelaria que podría incluir:
- Introducción de un nuevo "precio de admisión" en Estados Unidos que implique la aplicación de un arancel básico universal del 10% a casi todos los bienes importados. Se estima que esta medida multiplicaría por nueve la cantidad de bienes sujetos a aranceles en comparación con el primer mandato de Trump3.
- Aumento de las medidas punitivas contra China, que incluyen la revocación del estatus de nación más favorecida de China (o Relaciones Comerciales Normales Permanentes [PNTR por sus siglas en inglés] en la legislación de EE. UU.), la puesta en marcha de un plan de cuatro años para eliminar progresivamente todas las importaciones procedentes de China de productos esenciales -como la electrónica, el acero y los productos farmacéuticos- y, sorprendentemente, la imposición de aranceles de hasta el 60% a todas las importaciones procedentes de China.4
- La aplicación de aranceles "recíprocos" implica aplicar aranceles o un impuesto especial sobre el valor agregado que iguale los aranceles impuestos por otros países a las exportaciones procedentes de EE. UU.
Todas estas propuestas podrían dar lugar a contramedidas rápidas y proporcionadas, especialmente por parte de China, lo que provocaría alteraciones sustanciales en la economía mundial que podrían superar el impacto de la guerra comercial durante el mandato inicial de Trump.5
Gráfica 2: México: un beneficiario clave de la reubicación hacia países cercanos (nearshoring)

Fuente: Congressional Budget Office, Office of Management and Budget, Census Bureau, y Haver Analytics. Al 31 de enero de 2024
¿Cómo respondieron los mercados financieros a la guerra comercial en 2019 y cuáles son las posibles consecuencias para el mercado si volviera a producirse una situación similar?
En 2018, los mercados financieros mundiales se vieron sorprendidos por la decisión de la Administración Trump de iniciar una guerra comercial con China y múltiples aliados de EE. UU. El impacto en el mercado de acciones de EE. UU. fue grave, ya que experimentó una pérdida de valor de mercado de USD $1.7 billones en el punto álgido de las tensiones comerciales entre EE. UU. y China a mediados de 2019.6 Durante ese periodo, los rendimientos de la deuda pública de los mercados desarrollados disminuyeron bruscamente, ya que los inversionistas comenzaron a considerar la posibilidad de que los principales bancos centrales implementaran recortes de tasas más agresivos para contrarrestar los riesgos que se cernían sobre el crecimiento mundial. Por ejemplo, los rendimientos de los Bunds alemanes a 10 años y de los Gilts británicos cayeron 49 puntos básicos (pbs) y 54 pbs, respectivamente, siguiendo el ejemplo de los bonos del Tesoro de EE.UU. (UST), que bajaron 87 pbs durante 2019. Además, la preocupación por una guerra global de monedas surgió cuando el yuan chino se depreció por encima de la marca psicológicamente significativa de 7 por USD -un nivel no visto desde la crisis financiera mundial de 2008-, lo que precipitó una venta masiva en los mercados de acciones y de monedas de los mercados emergentes7.
Las valuaciones actuales del mercado ya pueden tener en cuenta la posibilidad de que Trump no logre la reelección y que sus políticas comerciales de confrontación no lleguen a buen puerto. Sin embargo, el sentimiento del mercado puede cambiar rápidamente en el período previo a las elecciones si la probabilidad de una victoria de Trump aumenta significativamente o si la retórica de Trump desencadena respuestas agresivas de China o de la Unión Europea. Una repentina revisión a la baja de las expectativas de crecimiento mundial probablemente provocaría caídas de los precios de las acciones y reducciones de los rendimientos de los UST, una presión adicional sobre los mercados emergentes y otros sectores con diferenciales, un descenso de los precios del petróleo y un fortalecimiento del USD frente al yuan de China.
Por ahora, nos abstenemos de sacar conclusiones definitivas sobre el resultado de las elecciones presidenciales en EE. UU. Sin embargo, un par de observaciones sugieren que los mercados podrían no experimentar el mismo grado de volatilidad que el observado durante el episodio 2018-2019. En primer lugar, la política comercial de Trump ya está bien establecida, por lo que carece del elemento sorpresa que caracterizó sus anteriores anuncios improvisados en las redes sociales. Y en segundo lugar, tras la experiencia de una presidencia de Trump, los gobiernos y las compañías de todo el mundo han puesto en marcha planes de contingencia para gestionar el comercio mundial y las interrupciones de la cadena de suministro mediante estrategias de reasignación a ubicaciones cercanas (nearshoring) 8.
¿Una guerra comercial provocaría un aumento de la inflación y de las tasas de interés?
Esa es una suposición habitual entre muchos inversionistas. Sin embargo, también es un error común basado en lo que parece una conexión obvia: los aranceles aumentan los precios, y los precios más altos conducen a una mayor inflación. En el pasado, sostuvimos que, aunque los aranceles pueden aumentar inicialmente los precios, como parte de los costos arancelarios son absorbidos por los márgenes de los importadores, el aumento de precios suele ser un hecho puntual y por única vez que se disipa con relativa rapidez. En cambio, cuando los inversionistas hablan de "inflación", suelen referirse a un proceso continuo en el que se espera que los precios suban mes tras mes y año tras año.
Creemos que el punto más crítico a destacar es el impacto adverso que los aranceles podrían tener sobre la demanda agregada y el crecimiento a largo plazo. Por ejemplo, la promulgación de los aranceles Smoot-Hawley de 1930 en EE. UU. coincidió con el inicio de la Gran Depresión y el periodo deflacionista más grave del siglo pasado. Los efectos inflacionistas a corto plazo de una sola imposición arancelaria pueden transformarse en una espiral deflacionista cuando los conflictos comerciales se intensifican y desencadenan una serie de medidas de represalia. Teniendo esto en cuenta, es razonable anticipar que los impactos económicos y financieros de las medidas comerciales más confrontativas de Trump ejercerán en última instancia una presión a la baja sobre los rendimientos de la deuda pública de los mercados desarrollados.
¿Está usted ajustando el posicionamiento de su portafolio en previsión de una posible guerra comercial?
En la actualidad, nuestra atención se centra en el seguimiento de las tendencias de los datos económicos clave y de los factores que influyen en los fundamentos del mercado de crédito. Aunque nuestro escenario básico sugiere una moderación del crecimiento y de la inflación mundiales, junto con una posible relajación de las políticas por parte de los principales bancos centrales -todo lo cual es un buen augurio para los segmentos cortos e intermedios del crédito con grado de inversión y de alto rendimiento, así como para la deuda pública de los mercados emergentes denominada en moneda local y de los mercados de frontera denominados en USD-, somos conscientes de que los riesgos de mercado son polifacéticos.
Por ejemplo, los mercados mundiales de crédito gozan actualmente de una fuerte demanda por parte de los inversionistas debido a las atractivas perspectivas de ingresos y rendimientos en comparación con la historia reciente. Sin embargo, la escalada de la preocupación por la guerra comercial podría remodelar drásticamente las expectativas de crecimiento mundial y la confianza del mercado, desencadenando importantes ajustes de valoración en diversos sectores de spreads o diferenciales. Esto subraya la necesidad de mantener portafolios bien diversificados, con los UST como principal cobertura frente a los riesgos de crecimiento a la baja, especialmente si se agravan por una guerra comercial mundial.
Notas finales:
- Fuente: “How scared is China of Donald Trump’s return?” The Economist, 20 de febrero de 2024.
- Fuente: Stein, J. “Donald Trump is preparing for a massive new trade war with China,” Washington Post, 27 de enero de 2024.
- Ibid.
- Fuente: “Trump floats ‘more than’ 60% tariffs on Chinese imports,” CNBC, 4 de febrero de 2024. Nota: Por ejemplo, los aranceles sobre los teléfonos móviles de China pasarían del 0% al 35% y del 0% al 70% en el caso de los juguetes chinos, según Oxford Economics.
- Según Moody's Analytics, "la guerra comercial con China costó unos 0.3 puntos porcentuales del PIB real de EE. UU. y casi 300,000 puestos de trabajo. El golpe a la economía mundial fue más sustancial, sobre todo para las economías más abiertas del sudeste de Asia y de Europa". Fuente: “Trade War Chicken: The Tariffs and the Damage Done,” Septiembre de 2019. Según Oxford Economics, «una escalada de los aranceles de EE. UU. probablemente desencadene medidas de represalia por parte de China, causando pérdidas adicionales de empleo y producción en EE. UU., elevando el impacto máximo a 801.000 pérdidas netas de empleo para 2025.» Fuente: “The Impact of China PNTR repeal and increased tariffs on US Economy and American Jobs,” Noviembre de 2023.
- Fuente: Amiti, M. Kong, S. y D. Weinstein, “The Investment Cost of the U.S.-China Trade War,” Federal Reserve Bank of New York, Liberty Street Economics, 28 de mayo de 2020.
- Fuentes: “China’s Yuan Drops to a Decade-Low, 7 Per Dollar Now in Sight,” Bloomberg, 30 de octubre de 2018. “Currencies at 2019 lows on trade jitters, stock slides," CNBC, 17 de mayo de 2019.
- Fuentes: "A potential Trump win has companies already planning for Chinese tariffs and a new trade war," CNBC, 11 de marzo de 2024. “How Washington is bracing for Trump’s next trade war,” Politico, 6 de febrero de 2024
Definiciones:
Un punto básico (pbs) es la centésima parte de un punto porcentual (1/100% o 0.01%).
Los Bunds son los bonos emitidos por el gobierno federal de Alemania. Los Bunds están disponibles con vencimientos a 10 y 30 años.
La deflación se refiere a una disminución persistente del nivel de los precios al consumo o a un aumento persistente del poder adquisitivo del dinero.
Los mercados desarrollados son países con economías sólidas y consolidadas, por lo que se considera que ofrecen oportunidades de inversión más seguras y estables que los mercados en desarrollo.
Los mercados emergentes son naciones con actividad social o de negocios en proceso de rápido crecimiento e industrialización. A veces naciones se les denomina países en desarrollo o países menos desarrollados.
Los Gilts son bonos emitidos por el gobierno británico.
El renminbi (o yuan) es el nombre de la moneda de China.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Todas las inversiones implican riesgos, incluyendo la posible pérdida del capital. Nótese que un inversionista no puede invertir directamente en un índice. Los rendimientos de los índices no reflejan comisiones, gastos ni cargos por ventas. El desempeño pasado no es garantía de resultados en el futuro.
Los instrumentos financieros de renta variable están sujetos a variaciones en los precios y a una posible pérdida del capital.
Los instrumentos de deuda conllevan riesgos de tasa de interés, crédito, inflación y reinversión, así como una posible pérdida del capital. A medida que las tasas de interés aumentan, el valor de los instrumentos de deuda disminuye. Las inversiones internacionales están sujetas a riesgos especiales, entre los que se incluyen el riesgo de fluctuaciones cambiarias y de incertidumbre social, económica y política, los cuales podrían generar un aumento de la volatilidad. Las materias primas y las monedas entrañan un mayor riesgo que incluye condiciones de mercado, políticas, normativas y naturales, y pueden no ser adecuadas para todos los inversionistas.
Los Bonos del Tesoro de EE. UU. son obligaciones de deuda directa emitidas y respaldadas por la "plena fe y crédito" del gobierno de EE. UU. El gobierno de EE. UU. garantiza los pagos de capital e intereses de los bonos del Tesoro de EE. UU. cuando los valores se mantienen hasta su vencimiento. A diferencia de los títulos del Tesoro de EE. UU., los títulos de deuda emitidos por las agencias e instrumentos federales e inversiones relacionadas pueden o no estar respaldados por la plena fe y el crédito del gobierno de EE. UU. Incluso cuando el gobierno de EE. UU. garantiza el pago del principal y los intereses de los títulos, esta garantía no se aplica a las pérdidas resultantes de las caídas del valor de mercado de estos títulos.
