COLABORADORES

Ben Barber, CFA
Director, Municipal Bonds,
Franklin Templeton Fixed Income

Jennifer Johnston
Director of Research, Municipal Bonds,
Franklin Templeton Fixed Income
El año del endurecimiento significativo de la política monetaria está llegando a su fin.
Ante una economía estadounidense persistentemente sólida, la Reserva Federal (Fed) de EE. UU. tuvo que mantener el endurecimiento de la política monetaria durante la mayor parte de 2023. El gasto de los consumidores y el rendimiento económico se vieron respaldados por la resiliencia del mercado laboral y la desaceleración de la inflación. De hecho, dado que la economía mantiene una base sólida mientras las presiones sobre los precios persisten, aunque se están relajando, creemos que probablemente la Fed preferirá pecar de prudente y mantendrá una política monetaria restrictiva durante más tiempo para garantizar un retorno sostenido de la inflación a su objetivo del 2 %.
En el futuro, prevemos un contexto más constructivo para los inversores de renta fija.
El año pasado observamos un aumento en los niveles de volatilidad de todos los mercados de renta fija, mientras los inversores intentaban evaluar la posibilidad de que la Fed consiguiera un «aterrizaje suave». Esto, a su vez, influyó en los bonos municipales, ya que el sector experimentó importantes flujos de salida de los fondos minoristas. Sin embargo, es muy probable que la Fed haya llegado al final de su ciclo de subidas. Creemos que los tipos de interés tendrán que mantenerse en los niveles actuales, o cercanos a ellos, durante la mayor parte de 2024 para poder garantizar un descenso sostenido de la inflación. La buena noticia es que una mayor seguridad en cuanto a la política monetaria de los bancos centrales debería implicar menor volatilidad, mientras que un descenso de la rentabilidad debería suponer un empuje para los inversores en bonos durante el próximo año.
Análisis detallado del mercado de bonos municipales.
Seguimos siendo optimistas en cuanto al futuro de los bonos municipales en 2024 y consideramos que existen oportunidades para encontrar valor en el espectro crediticio.
- Los factores técnicos tienen el potencial de ser constructivos para el futuro del sector.
La incertidumbre en torno a la trayectoria de los tipos oficiales de la Fed y la resistencia de la economía estadounidense hicieron que la demanda de los inversores se mantuviera débil en 2023. No obstante, la información anecdótica muestra que los responsables de la asignación de activos conservan elevados saldos de efectivo y equivalente de efectivo a la espera de que descienda la volatilidad o surjan oportunidades interesantes. Debido a que, en la actualidad, los bonos municipales ofrecen rendimientos históricamente elevados, que pueden ser especialmente atractivos para los inversores que buscan rendimientos ajustados a impuestos, esperamos que los flujos de los inversores vuelvan a este sector en el futuro. Además, la naturaleza de mayor duración de la clase de activos podría reducir el riesgo de reinversión que se encuentra en los instrumentos del mercado monetario, tan populares últimamente. Un importante catalizador que estamos analizando para que los flujos de entrada aumenten de manera significativa es el aplanamiento de la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense y que vuelva a su forma más típica de pendiente ascendente. Un incremento sostenido de la demanda debería respaldar la rentabilidad de los bonos municipales durante los próximos meses.
- Los fundamentos de los emisores siguen siendo estables.
En nuestra opinión, los fundamentos del mercado de bonos municipales siguen siendo estables y deberían respaldar a la clase de activos a corto y medio plazo. Pese a que la ralentización de la actividad económica y el aumento de los costes han hecho que algunos municipios prevean déficits en el próximo ciclo presupuestario, no es una cuestión que nos preocupe por el momento. Los gobiernos locales y estatales cuentan con numerosas herramientas para abordar los posibles retos que se les presenten, en particular porque todavía conservan los grandes fondos para imprevistos reforzados por la ayuda federal frente a la COVID-19, los cuales aumentaron durante la recuperación posterior a la pandemia, y que se mantienen gracias al presupuesto conservador y la disciplina fiscal. Sin embargo, un disciplinado enfoque fiscal seguirá siendo decisivo para hacer frente al aumento de los salarios, la escasez de mano de obra, el incremento de los costes de endeudamiento y la desaceleración del crecimiento económico.
- Se puede encontrar valor atractivo en todo el espectro crediticio
El rendimiento de los bonos municipales sigue rondando los máximos de varios años y nos parece especialmente atractivo después de impuestos (es decir, para los inversores que pueden aprovechar los rendimientos ajustados a impuestos). Ahora que la inflación parece estar relativamente contenida y es probable que la Fed haya alcanzado el tipo oficial terminal, los costes de endeudamiento podrían empezar a descender a medida que avance el año próximo. Como consecuencia, los inversores podrían intentar reasignar los fondos en el sector con el objetivo de asegurarse esos rendimientos históricamente atractivos. Además, en comparación con la deuda empresarial, los bonos municipales exentos de impuestos suelen tener menores tasas de impago, lo que significa que la clase de activos puede ofrecer una sólida opción de inversión para los clientes que buscan rentabilidades ajustadas al riesgo en todo el espectro crediticio.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital.
Los valores de renta fija conllevan riesgos de tipo de interés, crédito, inflación y reinversión, así como una posible pérdida del capital. A medida que los tipos de interés aumentan, el valor de los títulos de renta fija disminuye. Los bonos de alto rendimiento de calificación baja están sujetos a una volatilidad de precios, una falta de liquidez y una posibilidad de impago mayores.
Las variaciones de la calificación crediticia de un bono o de la calificación crediticia o solvencia financiera del garante, asegurador o emisor del bono pueden afectar a su valor.
La gestión activa no garantiza las ganancias ni protege contra las caídas de los mercados.
