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Puntos clave

  • La desaceleración del aumento de los salarios ha contribuido a que el indicador de crecimiento salarial del gráfico de riesgo de recesión de ClearBridge haya pasado a amarillo, lo que debería disipar el temor a una espiral de precios y salarios que podría provocar un mayor endurecimiento de la política monetaria.
  • La moderación de los incrementos salariales ha alcanzado un nivel que puede denominarse de «Ricitos de Oro», que respalda la hipótesis de un softlanding, ya que los salarios se están enfriando a niveles coherentes con el objetivo de inflación del 2 % establecido por la Reserva Federal (Fed), aunque siguen siendo lo suficientemente fuertes como para respaldar el sólido gasto de los consumidores.
  • Si bien puede que el reciente repunte del miedo a la inflación tarde un tiempo en reducirse, creemos que la mejora de las perspectivas, sumada al reciente retroceso experimentado por las acciones en EE. UU. supone una oportunidad para los inversores a largo plazo.

El crecimiento salarial ya no contribuye a la inflación

La reaparición del temor a una inflación persistente hizo que los rendimientos del Tesoro a 10 años subieran casi 50 puntos básicos y que el S&P 500 Index se contrajese un 4,2 % en abril. Sin embargo, los datos salariales han continuado moderándose en 2024, y en abril se redujo el sueldo medio por hora hasta el 3,9 %, lo que supone el dato más bajo desde mediados de 2021 y un porcentaje considerable menor que el máximo del 5,9 % de principios de 2022. El menor porcentaje registrado en abril también hizo que la tasa de variación anualizada a tres meses del sueldo medio por hora se situase en tan solo el 2,8 %, lo que sugiere que las subidas salariales deberían moderarse todavía más en los próximos meses. Dado que los salarios se están decelerando hacia niveles compatibles con un posible regreso al objetivo de inflación del 2 % fijado por la Fed, los responsables de la formulación de políticas no parecen tener prisa por invertir su rumbo y subir los tipos de interés, pese al reciente resurgimiento de los temores a la inflación.

Dado el ritmo de moderación de las subidas salariales, ha mejorado el indicador de crecimiento salarial del gráfico de riesgo de recesión de ClearBridge, pasando de la anterior señal de recesión/roja a la de advertencia/amarilla este mes. El gráfico no ha registrado otros cambios durante este mes, y la señal general sigue siendo amarilla (Gráfico 1).

A nivel histórico, una vez que el indicador de crecimiento salarial ha pasado a ser rojo se ha mantenido hasta producirse una recesión. Sin embargo, existen varios datos que apuntan a que el actual ciclo económico es uno de los más singulares de la historia moderna. Fundamentalmente, la moderación de los incrementos salariales ha alcanzado un nivel más sostenible y en general compatible con el objetivo de inflación del 2 % establecido por la Fed, aunque siguen siendo lo suficientemente fuertes como para respaldar el robusto gasto de los consumidores. Resulta fundamental que los salarios alcancen la zona denominada de «Ricitos de Oro» que pueda contribuir al gasto (y, por lo tanto, a la continua expansión económica) sin provocar una espiral de precios y salarios que haga que se retome una política monetaria más restrictiva, ya que los ingresos del trabajo constituyen la principal fuente de gasto de la mayoría de los estadounidenses.

Gráfico 1: Gráfico de riesgo de recesión de ClearBridge

Fuente: ClearBridge Investments.

El enorme incremento salarial registrado en 2021 fue uno de los motivos por los que la Fed aumentó tan enérgicamente el tipo de los fondos federales. Sin embargo, el mercado laboral actual se parece muy poco al de ese momento. Entonces, encontrar trabajadores constituía uno de los problemas más complicados a los que se enfrentaban los empresarios mientras la economía salía de la pandemia. A principios de 2021, la población activa —personas ocupadas o en busca de trabajo— tenía aproximadamente 4,5 millones de trabajadores menos que antes de la pandemia, incluso mientras proliferaban las ofertas de empleo. Dado que la demanda de mano de obra (ofertas de empleo) superaba a la oferta de mano de obra, los salarios aumentaron para restablecer el equilibrio. El aumento de los ingresos hicieron que los trabajadores se incorporasen a la población activa durante los tres años siguientes, y actualmente tiene más de 3 millones de trabajadores adicionales que a finales de 2019.

Gráfico 2: La población activa se ha recuperado... y algo más

Fuente: Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. (BLS), Macrobond. Datos actualizados por última vez el 5/3/2024.

La oferta de mano de obra también se ha beneficiado en los últimos años del repunte de la inmigración. Si bien se trata de un tema que puede llegar a polarizarse políticamente, creemos que tiene importantes implicaciones económicas. La Oficina de Presupuesto del Congreso ha revisado hace poco sus estimaciones de inmigración neta en un ascenso de 3,3 millones de personas en los últimos dos años, lo que representa una gran reserva de trabajadores potenciales adicionales1. Además, esta prevé la llegada de 4,4 millones de trabajadores adicionales en los próximos tres años con respecto a las expectativas anteriores, lo que debería incrementar todavía más la reserva de trabajadores potenciales y continuar empujando a la baja las subidas salariales.

El mercado laboral también cambió por el lado de la demanda, lo que contribuyó a alcanzar un mejor equilibrio de mercado. Las ofertas de empleo aumentaron en 2021, cuando era difícil encontrar trabajadores, con un incremento de casi 5,5 millones con respecto a los niveles previos a la pandemia. Si bien puede que parte de este aumento se debiese a una doble contabilización, coincidió con un período de robusta contratación en el que se crearon 7,2 millones de puestos de trabajo tan solo en 2021. Sin embargo, el ritmo de contratación comenzó a desacelerarse en 2022 y las ofertas de empleo empezaron a disminuir. Aunque en la actualidad todavía hay 1,8 millones de ofertas de trabajo más que a finales de 2019, su número se ha reducido en 3,7 millones con respecto a su nivel máximo, lo que apunta claramente a que la demanda laboral se está suavizando, aunque sigue siendo sólida.

Gráfico 3: Menor demanda, mejor equilibrio

Datos de ofertas de empleo al 31 de marzo de 2024. Fuentes: FactSet, BLS, Fed de St. Louis, NBER.

Dado que el mercado laboral está alcanzando un equilibrio mejor y los salarios descienden hacia niveles coherentes con el objetivo de inflación del 2% de la Fed, creemos que el banco central puede permitirse mantener la paciencia incluso ante varios datos de inflación desfavorables en lo que va de 2024. Aunque se trata de algo históricamente poco común salvo durante una recesión, creemos que este reajuste del mercado laboral constituye un avance bienvenido que incrementa todavía más la ya de por sí elevada probabilidad de que se produzca un softlanding. Si bien puede que el reciente resurgimiento de la inflación tarde un tiempo en reducirse —la inflación de la vivienda debería registrar datos más favorables durante el verano—, creemos que la mejora de las perspectivas, sumada al reciente retroceso experimentado por las acciones en EE. UU., supone una oportunidad potencial para los inversores a largo plazo. Dado que el S&P 500 ha caído menos del 5 % con respecto a su máximo histórico, entendemos que puede que muchos inversores deseen seguir siendo pacientes, a la espera de que se materialice una reducción mayor. Sin embargo, la evolución positiva de la inflación podría provocar un repunte, lo que supone que puede que los inversores consideren aprovechar la reciente debilidad para establecer posiciones iniciales.



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