COLABORADORES

Kim Catechis
Investment Strategist,
Franklin Templeton Institute

Karolina Kosinska, CIPM
Analyst
Franklin Templeton Institute

Lukasz Labedzki, CFA
Senior Analyst
Franklin Templeton Institute
Introducción
En nuestra publicación «Olas de aguas profundas»,1 identificamos varios factores poderosos, conectados y de larga duración que tendrán un impacto significativo en los rendimientos de las inversiones en las próximas décadas. Una de ellas es la Ola Demográfica. Su impacto es un claro envejecimiento de las poblaciones de algunos países y altas tasas de fertilidad y poblaciones jóvenes en otros. Los países que han impulsado el crecimiento económico mundial durante la última generación están envejeciendo rápidamente, lo que plantea problemas de productividad. Aquellos con poblaciones jóvenes luchan casi invariablemente por crear puestos de trabajo y darse la oportunidad de beneficiarse de la juventud de su población. Este desajuste sirve para exacerbar el impacto de una combinación de presiones sociales, económicas, geopolíticas y de gobierno corporativo.
Este documento es un derivado de «Olas de agua profunda» e identifica las consecuencias económicas, políticas y de inversión para los países que se encuentran en cada una de las cuatro etapas del dividendo demográfico. Utiliza el análisis del posicionamiento estructural de 110 países (cubiertos por nuestro propio Marco de Análisis de Riesgo País - Country Risk Framework) para esbozar la dirección potencial de las políticas y las señales a las que deben estar atentos los inversores. La creciente demanda de crédito y un acceso más restringido a la financiación desempeñarán papeles definitorios, junto con el impacto del cambio climático en los próximos 20 años.
Executive summary
Cada país tendrá una estructura económica y social particular debido a su historia, geografía, modo de gobierno y opciones políticas pasadas. La demografía constituye un poderoso motor de la política y puede obligar a los gobiernos a moverse en direcciones que parecen ofrecer soluciones a corto plazo, pero que pueden tener repercusiones duraderas. Utilizando el concepto de «dividendo demográfico» del Banco Mundial, es posible mejorar el análisis de las ventajas y limitaciones estructurales de un país. Este análisis sirve para identificar una serie de medidas que podrían mejorar su posicionamiento, que pueden constituir una lista de «señales» a las que los inversores deben prestar atención. Además, creemos que este documento puede ser útil para fijar primas de riesgo país más precisas para los inversores.
Los puntos principales son los siguientes:
- Para los inversores, la demografía es un factor impulsor del riesgo país, y puede influir en la productividad, el crecimiento económico, las finanzas soberanas y la calificación de la deuda.
- El «dividendo demográfico» es un momento de transición que no puede repetirse. Por eso es importante prepararse. Si se aplica de antemano la combinación adecuada de políticas (educación, sanidad, infraestructuras y gobernanza), los aspectos positivos de la transición pueden ampliarse e intensificarse.
- A medida que disminuye la mortalidad, las políticas para facilitar la planificación familiar y frenar las tasas de fertilidad son especialmente beneficiosas. Estos factores también repercuten positivamente en la salud de las mujeres y en su participación en la población activa.
- La estructura etaria de una población parece ser el motor más poderoso, pero para los gobiernos también facilita la planificación de políticas.
- A medida que los países comiencen a experimentar el proceso del dividendo demográfico, podrán seguir invirtiendo en su desarrollo económico. Para maximizar los beneficios de una mano de obra en expansión, y para acomodar las presiones sociales concomitantes, es una ventaja estar abierto al comercio y tener mercados laborales flexibles.
- Dirigirse a los pobres con microfinanciación e iniciativas a favor de la inclusión como la «bolsa familia»2 ayuda a prepararse para la futura contracción de la mano de obra.
- Los imperativos geoeconómicos impulsan el retorno de la economía política, obligando a reconfigurar la cadena de suministro y haciendo menos justa la lucha por la inversión extranjera directa (IED).
- La promesa de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) parece centrarse principalmente en áreas que alargarán la vida mediante la investigación y el desarrollo (I+D) en productos farmacéuticos y biotecnología en general. Esto es claramente positivo, pero los gobiernos necesitan soluciones para otros retos, como el de atender a una población mayor con una fuerza laboral en declive.
Este documento cubre las cuatro etapas del dividendo demográfico y presenta cuatro estudios de caso por países: Angola, India, China e Italia.
Notas finales
- Fuente: «The Sovereign Debt Wave.» Franklin Templeton Institute. Agosto 16, 2021.
- Un programa del gobierno brasileño que ofrece transferencias monetarias condicionadas a familias de bajos ingresos, al que se le atribuye la reducción de la pobreza y la mejora del nivel educativo.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Todas las inversiones implican riesgos, incluyendo la posible pérdida del capital.
Las acciones están sujetas a la fluctuación de precios y a la posible pérdida de capital.
Las inversiones internacionales están sujetas a riesgos especiales, como las fluctuaciones cambiarias y las incertidumbres sociales, económicas y políticas, que podrían aumentar su volatilidad. Estos riesgos pueden ser mayores en los mercados emergentes. Las inversiones en compañías que están en un país o región determinados pueden experimentar una volatilidad mayor que otras que están más diversificadas geográficamente.
Cualquier compañía y/o estudio de caso que se muestran en el presente documento sólo tienen fines ilustrativos; cualquier inversión puede o no estar actualmente en manos de cualquier portafolio asesorado por Franklin Templeton. La información proporcionada no es una recomendación ni un asesoramiento de inversión individual para ningún instrumento financiero, estrategia o producto de inversión en particular y no es una indicación de la intención de negociación de ningún portafolio administrado por Franklin Templeton.
