COLABORADORES

Jeffrey Schulze, CFA
Director general, jefe de estrategia económica y de mercado
Principales aportes
- Ganancias anuales consecutivas de más del 20% del S&P 500 no significan necesariamente que las acciones de EE. UU. vayan a retroceder, ya que la historia demuestra que el mercado ha seguido ofreciendo rentabilidades sólidas, aunque más moderadas, al año siguiente. Además, el avance actual dista mucho de ser el más largo sin una corrección.
- Apoyados por un Cuadro de indicadores de Riesgo de Recesión ClearBridge que experimentó cuatro cambios de señal positivos en diciembre y se mantiene firmemente en territorio verde expansivo, creemos que la economía y el mercado de acciones de EE. UU. mantendrán su singularidad en relación con el resto del mundo en 2025.
- En los últimos años, el crecimiento de los beneficios corporativos se ha concentrado en gran medida en un pequeño grupo de acciones. Se espera que esta situación cambie en 2025 con una ampliación de la participación en los beneficios, lo que debería traducirse en una mejora del rendimiento relativo de las compañías de pequeña y mediana capitalización y de los sectores de valor rezagados.
Acciones de EE. UU.: Saber hasta cuándo hay que mantener las posiciones
Muchos jugadores creen que después de una larga racha de un resultado concreto, la probabilidad de un resultado diferente ha aumentado. Por ejemplo, si alguien lanzara una moneda cinco veces y en cada ocasión la moneda saliera «cara», muchos creerían que las probabilidades de que saliera «cruz» en la sexta tirada son superiores al 50%, para que la muestra se ajuste a la media a largo plazo. Sin embargo, la moneda no tiene memoria, y la ley de los grandes números no se aplica estrictamente a conjuntos de datos más pequeños. El deseo de buscar el equilibrio puede crear la falacia del jugador en la que los resultados pasados sesgan las percepciones sobre lo que es probable que ocurra (o no) en el futuro.
Esta dinámica puede reproducirse también en los mercados financieros. El índice S&P 500 obtuvo un 25%, incluidos los dividendos, en 2024, el segundo año consecutivo en que las acciones de EE. UU. subieron más de un 20%, tras el retorno total del 26,3% de 2023. La falacia del jugador puede llevar a muchos a creer que al mercado «le espera» un mal año, dado que la rentabilidad media anual a largo plazo del S&P 500 es significativamente inferior. Sin embargo, la historia muestra que el mercado ha seguido ofreciendo rentabilidades sólidas (aunque más moderadas) en los años siguientes a ganancias consecutivas superiores al 20%, con una media del 12,3% y rentabilidades positivas en el 75% de los casos.
Gráfico 1: ¿Pato, pato, ganso?

Nota: Datos de Damodaran de 1950-1989; datos de FactSet de 1990 hasta la actualidad. Información al 31 de diciembre de 2024. Fuentes: NYU (Damodaran Online), FactSet.
La fortaleza del actual mercado alcista ha tomado a muchos por sorpresa, ya que el S&P 500 ha subido un 70,1%, dividendos incluidos, desde los mínimos de octubre de 2022. Quizá sea aún más notable la ausencia de una corrección del -10% (o peor) durante este periodo. Aunque esta racha pueda parecer un caso atípico destinado a una reversión a la media y a una caída sustancial de los precios de las acciones, la historia demuestra que, en realidad, puede que no sea así. Desde 1950, el S&P 500 ha experimentado nueve periodos aún más largos sin una corrección del -10%, incluidos cuatro periodos que duraron más del doble que la racha actual. Dicho de otro modo, el hecho de que el mercado aún no haya experimentado una corrección en más de dos años no significa que se prevea una en 2025 (Gráfico 2).
Dicho esto, 2024 terminó con un tono más débil, con el S&P 500 experimentando su segundo peor mes del año, señal de que puede ser necesario un periodo de digestión tras la fortaleza anterior. Hay varios catalizadores potenciales para una pausa, entre ellos la complacencia de los inversores, mayores tasas/inflación y los aranceles. La secuencia de las políticas de la nueva administración puede ser uno de los mayores obstáculos a corto plazo, ya que parece probable que la visibilidad en el frente arancelario surja mucho antes de que los brotes verdes de la desregulación y los recortes fiscales tengan tiempo de germinar.
Gráfico 2: La corrección no es una conclusión inevitable

Información al 31 de diciembre de 2024. Fuentes: FactSet, y S&P.
Por ello, los posibles factores adversos del mercado pueden ser más evidentes antes de que se dejen sentir los posibles factores favorables. Esta progresión supondría un retroceso respecto a la primera presidencia de Trump, cuando los beneficios de la desregulación y los recortes fiscales se dejaron sentir primero, antes de dar paso a 18 meses de volatilidad inducida por los aranceles. Es importante señalar que esta vez los aranceles no deberían sorprender tanto a los mercados, y el sólido apoyo fiscal a la economía debería superar el lastre arancelario en trimestres posteriores.
Gráfico 3: ¿Turbulencia arancelaria?

Fuentes: S&P Global y Macrobond Última actualización al 3 de enero de 2025
Otro motivo de preocupación es la elevada concentración del mercado, ya que las 10 mayores compañías del S&P 500 representan la cifra récord del 38,7% del índice de referencia. Aunque esto puede ser problemático a nivel de índice, también representa una oportunidad para los gestores activos, que tienden a obtener mejores resultados cuando la acción promedio tiene un mejor desempeño relativo. De hecho, cuando las 10 principales ponderaciones del S&P 500 han constituido históricamente una parte excesiva del índice de referencia, el S&P 500 de igual ponderación ha superado ampliamente a su homólogo ponderado por capitalización en los cinco años siguientes.
Gráfico 4: La concentración conduce a la ampliación

Se muestra la información desde enero a diciembre 1989-2024. Datos mensuales de capitalización bursátil de los componentes. Información al 31 de diciembre de 2024. Fuente: FactSet.
Aunque el mercado podría seguir muy concentrado en los próximos trimestres, como en diciembre, cuando los Siete Magníficos superaron al S&P 500 de igual ponderación en un 10%, la historia demuestra que la reversión a la media suele producirse en torno a estos niveles de concentración. Aunque en el pasado ha sido necesaria una recesión para desencadenar una inflexión, la obtención de beneficios más amplios tras varios años de crecimiento superior de los beneficios de las compañías de gran capitalización debería conducir a un liderazgo más amplio del mercado de acciones en 2025, con los rezagados de este ciclo (pequeña capitalización, mediana capitalización, valor) poniéndose al día en términos relativos. Dicho de otro modo, en 2025 podría empezar a producirse una reversión a la media de la concentración del mercado debido a factores fundamentales como el crecimiento relativo de los beneficios.
Gráfico 5: Se disipa la ventaja de los Siete Magníficos

Los datos de los Siete Magníficos se refieren al siguiente conjunto de acciones: Microsoft (MSFT), Amazon (AMZN), Meta (META), App le (AAPL), Compañía Propietaria de Google: Alphabet (GOOGL), Nvidia (NVDA), y Tesla (TSLA). Información al 31 de diciembre de 2024. Fuentes: FactSet, Russell, y S&P.
Por el contrario, otro ámbito propicio a la reversión a la media parece menos prometedor: muchos creen que, tras muchos años de liderazgo de EE. UU., «toca» un periodo de rentabilidad superior para las acciones internacionales. Aunque esto debería ocurrir con el tiempo, las decisiones de asignación de activos de acciones globales han sido susceptibles a la falacia del jugador desde hace 15 años. Durante este periodo, EE. UU., medido por el S&P 500, ha superado al MSCI ACWI ex-US en un 295% acumulativo y ha liderado en 13 de los 15 años. Es importante señalar que este gran diferencial de rendimiento se ha debido en parte a un mayor crecimiento de los beneficios, ya que EE.UU. superó al resto del mundo en un 143% durante el mismo periodo (Gráfico 6).
Esto significa que el rendimiento relativo superior de EE. UU. en los últimos años se ha debido en gran parte a la mejora de los fundamentos, lo que hace menos probable una reversión a la media hasta que cambien las tendencias, precisamente, en materia de fundamentos. También significa que el múltiplo de prima al que cotiza el S&P 500 puede estar menos forzado de lo que muchos inversores creen y podría mantenerse elevado por varias razones. En primer lugar, en el índice de referencia de EE. UU. se ha producido un cambio en su composición hacia compañías orientadas al crecimiento que tienden a tener un crecimiento más rápido de los ingresos, márgenes más altos y mayores niveles de generación de flujo de caja libre, todo lo cual suele coincidir con múltiplos más altos. Además, el costo del capital sigue siendo bajo, ya que la compresión de los spreads de crédito ha compensado en gran medida el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro, manteniendo bajas las tasas de descuento, lo que tiende a dar lugar a múltiplos más altos (en igualdad de condiciones).
Gráfico 6: La singularidad de EE. UU.: Beneficios corporativas:


NTM (siglas en ingles) = Siguientes doce meses Información al 31 de diciembre de 2024. Fuentes: FactSet, MSCI, y S&P.
Por último, históricamente ha sido inusual ver una compresión significativa de los múltiplos en periodos de crecimiento del EPS por encima de la media (>7%) y una tasa de fondos federales decreciente sobre una base interanual. Volviendo a 1996, esta combinación ha visto cómo los múltiplos se ampliaban en 1,7 veces volviendo a la media, con una tasa de aciertos positiva del 82%. Aunque puede ser difícil que los múltiplos suban sustancialmente desde sus ya elevados niveles, el fuerte crecimiento previsto de los beneficios y una Reserva Federal favorable sugieren que los múltiplos deberían seguir siendo elevados en 2025.
No sólo son las acciones de EE. UU. las que han mostrado un mejor comportamiento en los últimos años; la economía de EE. UU. también ha registrado un crecimiento más robusto que sus pares desarrollados. Creemos que la singularidad económica de EE. UU. continuará en 2025, ya que muchos de los principales motores del crecimiento económico superior de EE.UU. permanecen intactos: la fortaleza del consumidor de EE. UU., los aumentos de productividad, el auge de la inversión en IA y la política fiscal de apoyo. Un quinto componente clave de los últimos años -el crecimiento de la oferta de mano de obra- debería ser menos beneficioso, pero es improbable que empeore lo suficiente como para hacer descarrilar la economía del país.
Es importante destacar que el Panel de Indicadores de Riesgo de Recesión de ClearBridge experimentó cuatro cambios en los indicadores individuales el mes pasado, todos en una dirección positiva. Las ventas minoristas y los permisos de construcción pasaron del amarillo al verde, mientras que la curva de rendimientos y los nuevos pedidos del ISM mejoraron del rojo al amarillo. Dados los avances de otros indicadores por debajo de la superficie, no sería una sorpresa ver nuevos cambios de signo positivos en el Cuadro de Indicadores a medida que avancemos en el primer trimestre. La señal global está firmemente en territorio verde expansivo, con siete señales verdes, cuatro amarillas y una roja.
dashboard as we move through the first quarter. The overall signal is firmly in green expansionary territory with seven green signals, four yellow and one red.
Gráfico 7: Panel de Indicadores de Riesgo de Recesión de Clearbridge

Información al 31 de diciembre de 2024. Fuente: BLS, Federal Reserve, Census Bureau, ISM, BEA, American Chemistry Council, American Trucking Association, Conference Board, y Bloomberg. El Panel de Indicadores de Riesgo de Recesión de Clearbridge se creó en enero 2016. Las referencias a las señales que habría enviado en los años anteriores a enero de 2016 se basan en cómo se reflejaban los datos subyacentes en los indicadores en ese momento.
Desde hace algún tiempo sostenemos que los riesgos de recesión a corto plazo son bajos, opinión reforzada por la mejora del indicador de ventas minoristas. Con esta señal en verde, cuatro de los cinco indicadores del cuadro de indicadores de la sección de consumo están en verde, lo que refleja la solidez del consumidor de EE. UU. Las ventas minoristas son un excelente barómetro de la situación de los ciudadanos de EE. UU., razón fundamental por la que es una de las principales variables del cuadro de indicadores. El consumidor de EE. UU. ha sido una fuente de fortaleza a lo largo del ciclo actual y un factor clave de por qué la economía ha seguido desafiando las expectativas de consenso de un crecimiento más lento. La combinación de unos balances individuales sólidos (el patrimonio neto de los hogares ha aumentado en USD$ 49 billones desde 2020) y un mercado laboral fuerte con aumentos salariales constantes ha contribuido a aumentar el poder adquisitivo de muchas personas y ha mantenido las ventas minoristas (reales) ajustadas a la inflación por encima de la tendencia anterior a la pandemia. Esto contrasta con otras grandes economías desarrolladas que han experimentado un crecimiento del consumo más mediocre.
dashboard. The US consumer has been a source of strength throughout the current cycle and a key contributor to why the economy has continued to defy consensus expectations for slower growth. The combination of strong individual balance sheets (household net worth has risen by US$49 trillion since 2020) and a strong labor market with sticky wage gains has helped boost spending power for many and kept inflation-adjusted (real) retail sales above the pre-pandemic trend. This stands in stark contrast to other major developed economies that have experienced more lackluster consumption growth.
Gráfico 8: La singularidad de EE. UU.: Consumo

Fuentes: Eurostat, US Census Bureau, Japanese Ministry of Economy, Trade & Industry, y Macrobond. Información al 7 de octubre de 2024, última disponible al 31 de diciembre de 2024.
Teniendo todo esto en cuenta, una cuestión clave de cara a 2025 es si EE. UU. puede mantener su ventaja frente al resto del mundo, tanto desde el punto de vista económico como del mercado de acciones. La economía parece asentarse sobre bases sólidas y los elementos fundamentales de un rendimiento relativo superior siguen intactos. El consumidor de EE. UU. sigue siendo un caballo de batalla, la política fiscal y monetaria debería seguir siendo favorable en el año venidero y los aumentos de productividad continúan produciéndose. Este telón de fondo ha contribuido a sentar las bases para beneficios corporativos saludables y ganancias de mercado superiores a la media. Aunque puede resultar tentador pensar que a EE. UU. le espera una reversión a la media, es probable que los inversores tengan que esperar un poco más, dada nuestra previsión de que los motores fundamentales de la singularidad de EE. UU. seguirán vigentes en 2025.
Creemos que los inversores deben ser conscientes de la falacia del jugador, o la noción de que la próxima moneda que se lance estará influida por la anterior. Si se produjera un periodo de digestión a corto plazo, creemos que los inversores a largo plazo estarían bien situados para aprovechar y desplegar capital. Con la expectativa de un mayor crecimiento de los beneficios, las acciones rezagadas del pasado, como las de pequeña/mediana capitalización y las de valor, podrían convertirse en líderes, y los gestores activos con la flexibilidad necesaria para eludir la concentración de índices pasivos deberían estar preparados para aprovecharlo.
Definiciones
El Panel de Indicadores de Riesgo de Recesión de Clearbridge es un grupo de 12 indicadores que examinan la salud de la economía de EE. UU. y la probabilidad de una recesión.
La ley de los grandes números desempeña un papel fundamental en la probabilidad y la estadística. Establece que si se repite un experimento de forma independiente un gran número de veces y se calcula la media del resultado, lo que se obtiene debe aproximarse al valor esperado.
El índice S&P 493 se conoce como el índice S&P 500 excluidos las siete acciones tecnológicas de mayor capitalización (los Siete Magníficos). El S&P 500 Index es un índice no gestionado de acciones de 500 compañías que suele ser representativo del desempeño de las compañías más grandes de EE. UU.
El MSCI ACWI ex USA Index recoge una muestra de acciones de gran y mediana capitalización procedentes de 22 de 23 mercados desarrollados (excluyendo EE. UU.) y 24 mercados emergentes.
El Russell 2000 Index es un índice de acciones nacionales de pequeña capitalización que mide el rendimiento de las 2.000 compañías de EE. UU. más pequeñas que cotizan en bolsa en el Russell 3000 Index.
Los beneficios ganancias por acción (EPS por sus siglas en inglés) son la parte del beneficio de una compañía asignada a cada acción ordinaria en circulación. El índice EPS es una agregación de los EPS de las compañías que lo componen.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Todas las inversiones implican riesgos, incluyendo la posible pérdida del capital. El desempeño pasado no es garantía de resultados en el futuro. Recuerde que un inversor no invertir directamente en un índice. Los retornos de los índices no administrados no reflejan comisiones, gastos ni cargos por ventas.
Las acciones están sujetas a la fluctuación de precios y a la posible pérdida de capital. Las compañías de gran capitalización pueden perder el favor de los inversores en función de las condiciones económicas y del mercado. Las acciones de compañías de pequeña y mediana capitalización entrañan mayores riesgos y volatilidad que las de gran capitalización.
Las materias primas y las monedas entrañan un riesgo mayor que incluye condiciones de mercado, políticas, normativas y naturales, y pueden no ser adecuadas para todos los inversores.
Los Bonos del Tesoro de EE. UU. son obligaciones de deuda directa emitidas y respaldadas por la "plena fe y crédito" del gobierno de EE.UU.. El gobierno de EE. UU. garantiza los pagos de capital e intereses de los bonos del Tesoro de EE. UU. cuando los valores se mantienen hasta su vencimiento. A diferencia de los títulos del Tesoro de EE. UU., los títulos de deuda emitidos por las agencias e instrumentos federales e inversiones relacionadas pueden o no estar respaldados por la plena fe y el crédito del gobierno de EE. UU. Incluso cuando el gobierno de EE. UU. garantiza el pago del principal y los intereses de los títulos, esta garantía no se aplica a las pérdidas resultantes de las caídas del valor de mercado de estos títulos.
